Medellín – Colombia

Medellín… otra ciudad en la que podría vivir perfectamente. Sólo le falta el mar. Por lo demás todo genial. Y me ha sorprendido un montón. A bien, claro. Es vibrante, el acento colombiano aquí es super musical y marcado; por supuesto, la gente increíble de simpática y educada (esto en general es en todo el país), tiene un montón de cosas culturales y de ocio para escoger….

Llegamos al Poblado, que es como el barrio más animado y turístico. Por la tarde estuvimos dando una vuelta con Silas, un amigo inglés que conocimos en Salento. Pero por la noche quedamos con Cristian y Andrés, antiguos compañeros de trabajo en NetCentric que están en la oficina de Medellín. Fuimos a cenar, y como era sábado, decidimos ir a algun sitio de fiesta. Nos llevaron a un típico sitio colombiano, que según nos explicaron era una antigua fonda, donde antaño los hombre después del trabajo se iba en caballo hasta allí, ataban el caballo fuera y entraban a beber. Fue curioso porque para entrar, tiene que haber una mesa libre. Es decir, no es como la típica discoteca donde todos están de pie. Entramos a sentarnos en nuestra mesa (la única que quedaba libre) y por supuesto pedimos aguardiente, para continuar con la experiencia 100% colombiana. Nos trajeron la botellita de aguardiente, agua, y cuenquitos con trozos de mango natural, frutos secos y unas rosquillitas saladas. Y empezamos con el primer chupito de aguardiente. Mirando a las mesas a nuestro alrededor se podía comprobar que todos seguían la misma rutina. Y allí estábamos, bebiendo aguardiente en una fonda, escuchando y bailando vallenato, salsa reaggeton…
Estábamos sentados charlando, y cuando había alguna canción conocida la gente (y nosotros) nos levantábamos y todos a bailar. Total, que fue una noche super guai!

Al día siguiente fuimos al parque Arví, que es una de las montañas que rodean la ciudad. Para llegar hay que coger varios telecabina/teleféricos, desde los que se ve toda la ciudad. Arriba hay varios senderos por los que hacer caminatas. Justamente caminando por uno de ellos conocimos a una pareja de ingleses super majos, con los que al final acabamos pasando toda la tarde, bajamos juntos hasta el Poblado, y acabamos cenando y tomando alg con ellos en un parquecito super guai! Son esos encuentros casuales que te alegran el día!

Al día siguiente decidimos irnos a Guatapé. Es un pueblo que hay a unas dos horas de Medellín. Lo que tiene de particular es que todas las casas del pueblo son bajitas y estan decoradas con colores vivos y cenefas con motivos diferentes (animales, formas geométricas…).

Estuvimos paseando por allí, y al final de la tarde, nos fuimos a subir el Peñón de Guatapé. Es un peñon de 220m de altura, con unos 750 escalones de subida. Al llegar nos pasó algo curioso. Resulta que costaba como 18.000 COP subir la piedrita, y pensábamos que se podría pagar con tarjeta. Pero no. Y no llevábamos suficiente efectivo. Y allí no había cajeros automáticos ni bancos. Teníamos que escoger entre subir o volver a Medellín. Así que nos dimos la vuelta pensando en desistir. Y entonces, nos reconoció el conductor de Uber que nos había recogido del terminal de buses el primer día para llevarnos al hostel. Le contamos lo que nos pasaba, y el tio sin dudar ni un segundo nos dijo: yo os presto la plata. Claro, nosotros no nos lo podíamos creer. El tío sin conocernos de nada nos iba a prestar 40.000 COP, confiando ciegamente en que se lo íbmos a devolver. Evidentemente se lo agradecimos ad infinitum y subimos. Son esas cosas que te llenan el alma!

La verdad es que las vistas (con atardecer incluído) eran una pasada. Por supuesto al volver sacamos dinero y llamamos al hombre para devolverle su dinero, y además le compramos una botella de vino en agradecimiento!

Al día siguiente, después de una visita al Museo de Arte Moderno, fuimos a las oficinas de netcentric (mi antigua empresa) para ver las ofis y saludas a los (ex)compañeros. Luego nos fuimos con varios de ellos a un restaurante escondido en la planta baja de uno de los mercados más grandes de Medellín. Es curioso como en muchas ciudades de Sudamérica, los mercados suelen ser un punto en el que se come bien, barato, y comida local y auténtica. De hecho, comimos unas costillas de cerdo que bufff…

Luego dimos una vuelta por el centro, entramos al museo de Antioquia con un montón de obras de Botero (vuelvo a reiterar mi amor por ese hombre…). No solo por sus obras! Creo que ya lo dije en el post de Bogotá pero es que el tio ha donado la mayor parte de sus obras a estos dos museos, a parte de varias obras de artistas super conocidos como Picasso!!

En fin, después de esto, nos fuimos con Cristian (compi de Netcentric y amigo, super buena onda!) al pueblito Paisa, que es una réplica de los pueblitos de la provincia situado en una mini montaña en el centro de la ciudad. Se puede ver casi toda la ciudad desde allí!
Aquel día salimos a cenar otra vez con los chicos de Netcentric y por la noche, quedamos con Jessi y Bernt, la pareja de alemanes a los que conocí en Uruguay y con los que estuve también en Buenos Aires!! Me hizo muchísima ilusión verlos después de dos meses!!

Al día siguiente fuimos Marc, Jessi, Bernt, el hermano de Jessi y yo a la Comuna 13. Hace unos años era uno de los barrios más peligrosos y marginales de la ciudad. Los militares hicieron una verdadera sangría durantes varias incursiones para «limpiarlo», incluyendo una matanza de bastantes jóvenes, a los que luego vestían con ropas de la guerrilla y los hacían pasar por tales. Los llaman falsos positivos porque más tarde se descubrió toda esta trama. Para rehabilitar el barrio, decidieron llamar a grafiteros internacionales y juntarlos con los jóvenes del barrio para crear entre todos varios murales super bonitos. Nosotros hicimos el tour con un chico del barrio que nos fue explicando la historia de cada mural, de cada calle, el significado de muchas de las cosas que vimos… al final, nos fuimos al centro a dar una vuelta todos juntos (sin el guía ya).

Y después de la despedida de turno (😔), nos fuimos al aeropuerto con destino Santa Marta, el caribe colombianooo!

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